Sapite gofrado

Trabajar componiendo en sistema, recuperando formas 
y espacios gráficos a la hora de estampar.
Gofrado, con collage y chine colle, por Juana 2019. 



Chinites proceso Aguafuerte/Aguatinta

  Trabajar a partir de un collage de fotos en búsqueda de la imagen 
para una chapa en Aguafuerte/Aguatinta
Retomar el lenguaje lúdico del collage y calado en las estampas, por Franca 2019.


                 
         

                            

Faisan en Punta Seca

                                   Estampas de punta seca en altoimpacto, por Ayelén 2019.



Color simultáneo

Estampa de Collagraph con doble entintado, base en hueco más rodillo, por Tomás 2018.


Intervención en Gofrado

Intervención con carbónico y trama de fibras de papel en matriz de gofrado, por Ailén R. 2018






Color con dos chapas!

Estampas de aguafuerte/aguatinta sobre una estampa de chapa con textura que se realizo 
con proceso a la azúcar como color de fondo, por Lucas 2017. 
  



Carlos Alonso

Ernesto "Che" Guevara - Aguafuerte-Aguatinta

Carlos Alonso
Pintor, dibujante y grabador argentino

Nació en Tunuyán el 4 de febrero de 1929, donde vivió hasta los siete años.
Después se trasladó con su familia a la Ciudad de Mendoza, y a los catorce años ingresó en la Academia Nacional de Bellas Artes de esta ciudad.
Allí fue alumno de maestros como Sergio Sergi en dibujo y grabado, Lorenzo Domínguez en escultura o Francisco Bernareggi y Ramón Gómez Cornet en pintura. Recibió su primer premio en el Salón de Estudiantes de 1947, y en 1953 expuso en la Galería Viau de Buenos Aires, lo que le proporcionó los fondos necesarios para, un año después, viajar a Europa, donde expuso en París y Madrid. Durante su visita a Londres de 1961, descubrió el acrílico, técnica que adoptó inmediatamente en su pintura posterior, por su secado rápido, lo que permite estupendos resultados.
En 1951 ganó el primer premio del Salón de Pintura de San Rafael (Mendoza), el del Salón del Norte (Santiago del Estero) y el de dibujo en el Salón del Norte (Tucumán).
En 1957 fue el ganador del concurso convocado por la editorial Emecé para ilustrar la segunda parte de Don Quijote de la Mancha y Martín Fierro (1959), y dos años después obtuvo el Premio Chantal del Salón de Acuarelistas y Grabadores de Buenos Aires. En 1963 se editaron en la Unión Soviética unas tarjetas postales con imágenes de "El Quijote". Para las ilustraciones eligieron a Gustave Doré, Honoré Daumier, Pablo Picasso y Carlos Alonso.Realizó multiples exposiciones tanto individuales como colectivas junto a otros artistas tales como Antonio Berni, Pedroni, Cerrito, Giovanni Bressanini, Monaco, Luis Videla, Robirosa, Horst. etc. En los 1990 se le encargaron las pinturas para los paneles centrales en la cúpula del Teatro del Libertador General San Martín en la importante ciudad argentina de Córdoba.
En el año 2005,en el que la obra de Cervantes cumplía 400 años, el Museo del Dibujo y la Ilustración realizó una muestra homenaje en el Museo Eduardo Sívori de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde fueron expuestos grabados y dibujos originales realizados por Carlos Alonso para ilustrar la obra más significativa del habla hispana. Ha ilustrado, entre otras obras literarias, Romancero criollo, Antología de Juan, la Divina Comedia, El juguete rabioso, Irene, Lección de anatomía y Mano a mano. Es tio del reconocido Gran Maestro de ajedrez Salvador AlonsoSus obras se han expuesto en numerosas muestras, entre otras, en la Art Gallery International (Buenos Aires), donde, en 1967, presentó unos 250 trabajos referidos a Dante y a la Divina Comedia; el Museo Nacional de Bellas Artes (México), y el Museo de Arte de La Habana (Cuba), donde realizó una exposición de tapices y collages.
En 1971 expuso en las galerías italianas Giulia de Roma y Eidos de Milán, además de en la Bedford Gallery de Londres.
Tras el golpe de Estado de 1976 y la desaparición de su hija Paloma al año siguiente, Alonso se exilió a Italia, y en 1979 se trasladó a Madrid. Dos años después regresó a Argentina, y a partir de ese momento realizó numerosas exposiciones: en la Galería Palatina de Buenos Aires, entre los años 1982 y 1996; en el Museo Nacional de Bellas Artes, de 1990 a 1995, y en otras muchas galerías argentinas, como la Zurbarán o la Bariloche. Aunque la pintura de Alonso no se comprende con facilidad, su riqueza reside en las continuas paradojas que plantea entre subjetividad y racionalidad, entre caos y orden, entre placer y disciplina.
En la obra de Alonso están presentes, además, las heridas producidas por la dictadura militar, apostando por el compromiso político, sin descuidar el erotismo que se percibe en otra parte de su producción artística.

Horst Janssen



Horst Janssen, Hamburgo 1929-1995
 exploró en sus aguafuertes durante toda su vida. 

Scavino Alicia

Nació en Buenos Aires en el año 1937. Egresa con el título de Profesora Superior de Grabado de la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”, de Profesora Nacional de Pintura y Dibujo de la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón y de Maestra Nacional de Artes Visuales de la Escuela Nacional de Bellas Artes “Manuel Belgrano”.
Expuso sus obras desde el año 1971. Ha sido reconocida con premios y distinciones nacionales e internacionales. Fallece en el año 2006.

(aguafuerte-aguatinta)






Giovanni Battista Piranesi

https://www.youtube.com/watch?v=CjDm2DaE1tM


https://www.youtube.com/watch?v=FlcbxAr11Pc


Grainne Cuffe

Grainne Cuffe, artista Irlandesa 

http://www.grainnecuffe.ie/about-the-artist.html







Prueba de estado

Para el artista la prueba de estado significa la posibilidad que se se elige o rechaza y que si no es definitiva se llenará de anotaciones marginales: números que expresan los tiempos de mordida, letras que indican “aquí resina, aquí línea, aquí reservar”, etcétera. La primera prueba de estado, pese a ser posterior al boceto, suele convertirse en un borrador en el que aunque parezca un contrasentido, no se borra sino que se tacha, se enmascara, se corrige, se suma más que se resta. Es también el registro más directo del proceso creativo en la estampa orientando al grabador para que su intención artística prevalezca frente a la imposición técnica. “Todo guión es una historia contada en imágenes, un proceso de investigación creativa plagado de preguntas para las que deberás encontrar respuestas” (Luis Marías)
La  prueba de estado representa uno de los momentos más intimos del proceso de grabar, es un diario del artista, el saber o la ignorancia plasmada en una imagen, el acierto y la equivocación. Siempre insisto en el  valor que ha de darse a esta estampa que, aunque haya  recibido el nombre de prueba, es el testigo que se entrega a la conclusión final del grabado.  Desde aquí quiero reivindicar la importancia y el cuidado que merece. Que mereces.

El error creativo-Gianni Rodari

Gramática de la fantasía, introducción al arte de inventar historias por Gianni Rodari.

El error creativo

De un lapsus puede nacer una historia, no es una novedad. Si, mientras escribo a máquina un artículo, sucede que escribo «Lamponia» en vez de «Laponia», ya tenemos un nuevo país perfumado y lleno de bosques: sería un crimen expulsarlo del mapa de lo posible con una simple goma; es mejor explorarlo, como turista de la fantasía.

Si un niño escribe en su cuaderno «Laguja de Venecia» en lugar de «Laguna de Venecia», puedo escoger entre corregir su error con una señal en rojo o azul, o, siguiendo el ejemplo anterior, ponerme a escribir la historia y la geografía de esta «aguja» importantísima,
tanto que viene incluida en el mapa de Italia... De noche, la Luna...¿se pinchará la nariz con esta aguja, o pasará tranquilamente por su ojo?

Un magnífico ejemplo de error creativo se encuentra, según Thompson, autor de Las fábulas en la tradición popular, en la Cenicienta de Charles Perrault: el famoso zapatito, inicialmente, habría sido de «vaire» (un tipo de piel) y no de «verre» (vidrio). No obstante, nadie duda que una zapatilla de vidrio resulta más fantástica y llena de sugestiones que una vulgar pantufla de pelo, aunque su invención haya sido debida a la casualidad o al error de transcripción.

El error ortográfico, bien estudiado, puede dar lugar a todo tipo de historias cómicas e instructivas, no privadas de un aspecto ideológico, como yo mismo he intentado demostrar en mi «Libro degli errori» (Libro de los errores). «Itaglia», escrito así con la letra «g» no es una simple licencia escolástica. Existe gente que de verdad pronuncia, y aún grita: «I-ta-glia», «I-ta-glia», con una fea «g» de más, y con un exceso de celo nacionalista no falto de conexiones fascistas. Italia no necesita una «g» de más, sino de gente honesta y limpia. Todo lo más de inteligentes revolucionarios. Si de todos los diccionarios desapareciese la letra «h», que los niños ignoran tan a menudo, se podrían dar algunas situaciones bastante
surrealistas: los «huesos» convertidos en «uesos» tal vez se romperían con más facilidad; el «chocolate», convertido en «cocolate», tal vez sería más difícil de morder y no gustaría tanto a los niños; y qué sucedería si un día, los habitantes de «Chinchón», habiendo perdido la hache, se despertasen con el nombre de su pueblo convertido en «Cincón»...

Por otra parte, muchos de los errores de los niños, no son tales errores sino «creaciones autónomas», que les sirven para asimilar una realidad desconocida. La pronunciación, y en algunos casos la transcripción, del sonido fuerte de la letra «r» puede aparecer como
una gran dificultad para algunos niños, que tienden a substituirla por sonidos más sencillos. Así: según los casos, «perro» pasará a ser «pedo», y «Pedro» pasará a llamarse «Pedlo»; y, aunque no es habitual, podría suceder que algún niño llegase a la representación
gráfica de estos errores.

Regresando del colegio a casa, una niñita comentaba asombrada a su mamá: «No lo entiendo, la señorita nos dice siempre que San José era tan bueno, y esta mañana nos ha dicho que era el padre putativo de Jesucristo». Evidentemente la niñita no conocía el significado de la palabra «putativo»: su mente, en cambio, le daba un significado
relacionado con «alguna otra palabra» que en alguna ocasión habría oído. Cualquier madre dispone de un buen repertorio de anécdotas de este tipo.
En todo error se halla la posibilidad de una historia.
En una ocasión, a un niño que había escrito -insólito error- «caja» en lugar de «casa», le sugerí que inventase la historia de un hombre que vivía en una «caja». Otros niños se entusiasmaron con el tema. Se les ocurrieron tantas historias: había una de un hombre que habitaba en una caja de muertos; otro era tan pequeño que le bastaba una caja de verduras para vivir; un día se durmió dentro de la caja, y lo llevaron por error a un mercado, donde alguien pretendía comprarlo a tanto el kilo.

Un «libbro», así con dos «b», será un libro más pesado que los demás, o un libro equivocado, o... ¿un libro especialísimo? Una «bistola», que cambia su «p» por una «b», debería disparar «palas» en lugar de «balas», de acuerdo con una ley de compensación.

Reírse de los errores es un modo de superarlos. La palabra justa existe en función de la palabra equivocada. Esta «oposición» nos devuelve a la teoría del «binomio fantástico», en que el aprovechamiento del error, «voluntario o involuntario», resulta interesante y sutil. El primer elemento del binomio es el que da vida al segundo, casi por geminación: la «serpitente bidón» es hija directa de la «serpiente pitón», en un proceso distinto del que usábamos para relacionar «ladrillo» y «canción» (véase cap. 2). En el error entre «casa» y «caja», los dos objetos se mantienen en una relación estrechísima. Se podría decir que la segunda palabra es casi una «enfermedad» de la primera. Lo mismo sucede entre «corazón» y «korazón»: El «korazón» es, sin lugar a dudas, un «corazón» enfermo. Necesita vitamina «C».

El error puede revelar verdades escondidas, como en el caso de «Itaglia», que he mencionado al principio.
De una sola palabra se pueden «crear» numerosos errores y
posteriores historias. Por ejemplo, de «automóvil»: «octomóvil»
(podría tratarse de un automóvil con ocho ruedas), «hectomóvil»
(¿cien ruedas?), o «autonóvil» (un automóvil que acaba de acceder a
la autonomía).
De los errores se aprende, dice un viejo proverbio. Un proverbio

Estampación "en Hueco"


Chine-Colle


La firma en el grabado